El Real Madrid tiene claro que este verano no hará locuras. No es el momento. Aunque la crisis del coronavirus no ha afectado igual a la entidad presidida por Florentino Pérez que a otros equipos, más si cabe con el regreso del fútbol muy cerca, lo que desahoga más al club, desde el Santiago Bernabéu creen que, en este mercado, sea cuando sea, no harán grandes inversiones.
El plan del Real Madrid de cara a la siguiente temporada es claro. Lo primero, traer de vuelta a jugadores cedidos a coste cero. Es en esta situación donde se recogen los frutos de apostar por los jóvenes. Odegaard, Achraf y Lunin ya han sacado el billete de vuelta, aunque otros, como Ceballos o Vallejo, también pueden ser una posibilidad si Zidane los requiere. Luego, fichar un central. Tanto Zidane como el departamento de fútbol creen que es capital reforzar el centro de la defensa. El club maneja una larga lista de candidatos y la idea es que el jugador que llegue esté preparado para competir directamente con Varane y Sergio Ramos.
Con esta situación, apostar por grandes fichajes parece casi descartado. Sólo Haaland, si se puede obtener a un buen precio, es por el que se podría hacer un esfuerzo. Pero como este escenario a día de hoy parece complicado, lo más probable es que el Real Madrid apueste por la plantilla actual, donde sólo se espera la marcha de James y la opción de que Brahim salga cedido, más las llegadas de cedidos y un central.
2021, el año de invertir… ¿en Mbappé?
El club apuesta por 2021 como el año de la gran inversión. Es decir, en el momento en el que se irá con todo a por Kylian Mbappé, el gran deseado, siempre que no renueve y, salvo oportunidad de mercado que precipite su llegada, a por Haaland. Por ello, el Real Madrid prefiere guardar el dinero ahora y gastarlo con cabeza y sentido dentro de un año.